martes, 10 de diciembre de 2019

"HOY SOMOS MÁS NECESARIAS QUE NUNCA", Emiliana Vicente, Presidenta del Consejo General de Trabajo Social, Madrina de la VI Promoción 2015-2019

Acto de Graduación VI Promoción del Grado en Trabajo Social por la UCLM. 2015-2019. Palabras de la Madrina. 

El sábado 7 de junio tuvo lugar el Acto de Graduación de la VI Promoción de Graduados y Graduadas en Trabajo Social por la UCLM de la Facultad de Trabajo Social en el Campus de Cuenca. Hoy, en el día de la Festividad de Trabajo Social, recogemos las palabras que la Madrina de la VI Promoción, Emiliana Vicente, Presidenta del Consejo General del Trabajo Social de España, dedicó a los/as estudiantes y a todas las personas asistentes a la celebración. 



Sin duda hoy es un día muy especial para vosotros/as y os tengo que decir que también para mí.

Hoy finaliza vuestra formación de Grado en Trabajo Social. Habéis pasado por el ámbito de la Academia para adquirir los conocimientos científicos de esta profesión, pero deciros que esto no termina aquí, sino que esto empieza. Tened claro que este es el inicio para que podáis contribuir a esta sociedad desde una profesión que tiene vocación de servicio público y que está al servicio de la ciudadanía; esto requiere, nos obliga, a que nuestros conocimientos los ampliemos constantemente, pues trabajamos en contextos donde se producen cambios con frecuencia y a veces muy rápidos. Debemos, debéis, poner lo mejor de vosotras/os mismos en el ejercicio de esta vuestra profesión.

Puede resultaros difícil gestionar tantos sentimientos contrapuestos; alegría de conseguir vuestro objetivo y pena por lo que dejáis atrás: recuerdos, compañeras y algún profesor/a -no todos- que no olvidaréis. Aún hoy recuerdo con alegría y emoción mi acto de graduación hace ya unos cuantos años -en 1984- para justo después empezar mi andadura profesional como una de "las chicas del PRAS" por tierras castellano-manchegas.

Treinta y cinco años después estoy en vuestro acto de graduación como Presidenta del Consejo General del Trabajo Social, pero sobre todo como Trabajadora Social y compañera para deciros:

¡Enhorabuena compañeras y compañeros de profesión!
¡Ya sois Trabajadores y Trabajadoras sociales!
Ya formáis parte de la mejor profesión que existe.

Bueno, igual aquí me he venido arriba y barro para nuestra casa pero, si no lo hacemos nosotras/os ¿quién lo va a hacer?. Pero sabed que formáis parte de una profesión que tiene como hoja de ruta trabajar por y para la ciudadanía, como os decía.

Os preguntaréis:  Y ahora ¿qué?

Como habéis aprendido en el ámbito de la academia durante estos años, entre muchas otras cosas, los y las trabajadoras sociales luchamos por empoderar a las personas, a las familias, a las comunidades  a la población en general y en particular, a los colectivos más vulnerables. Les transmitimos esa fuerza en la que creemos para crear una sociedad más justa. Pues bien, ahora, ya fuera de la universidad, os toca demostrar que sois capaces de aplicar esta lógica a vuestras propias vidas. 

Me gustaría animaros a DOS COSAS:
La primera, que no os desvinculéis de esta casa, de la universidad. Porque de vosotras/os depende el futuro del Trabajo Social. Os reitero, la formación continua es un requisito esencial en nuestra profesión pues la sociedad y sus necesidades son cambiantes y el trabajo social, como adalid de la justicia social, desde la intervención social también debe serlo. Como decía nuestra primera precursora Concepción Arenal: “abrid escuelas y se cerrarán cárceles”, ella que con 22 años, y en contra de la voluntad de muchos, empezó a asistir como oyente a las clases de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, actual Universidad Complutense, iba disfrazada de hombre, pues en aquella época  las aulas universitarias eran un lugar vetado a las mujeres. No obtuvo título alguno, pero de la Universidad se llevó dos regalos: su marido, Fernando García, un hombre adelantado a su tiempo que luchó con ella por defender los derechos y la dignidad de los oprimidos y de los olvidados; y su vocación, el espíritu de jurista que la empujó a cambiar España.


Os animo a seguir leyendo, a iniciaros en la  investigación, a  pensar y sentir el trabajo social desde su desarrollo profesional.
Seguiremos desde la estructura colegial, mejorando los procesos de transferencia del conocimiento, de la investigación, de la innovación y aplicando la mejora del conocimiento a la realidad social con la que trabajamos diariamente. No obstante, necesitamos trabajadoras sociales decididas que aún en contextos altamente burocratizados, donde la limitación en los tiempos para la atención a las personas son escasos y la las ratios según los últimos datos oficiales están en torno a 10.000 habitantes, es decir muy lejos de la ratio que solicitamos de 1x1700, un/a Trabajador/a Social por cada 1.700 habitantes.

La segunda: Os he traído el Código Deontológico. Desde hoy y hasta el final de vuestros días como trabajadoras/res sociales este debe ser vuestro libro de cabecera.

Este pequeño libro es el verdadero libro de cabecera del trabajo social en España. No hay otra publicación en nuestra profesión que por su finalidad, características o creación, iguale al Código Deontológico de Trabajo Social. Podemos decir sin lugar a dudas que estamos ante el verdadero BEST SELLER del trabajo social. Podemos afirmar que casi en la totalidad de los casos en que se presenta un dilema o problema ético, los y las profesionales del trabajo social, acabarán acudiendo al Código Deontológico de la Profesión para solucionar sus dudas del día a día.

Desde 2012 este código es una guía de conducta aprobada por los 36 Colegios Oficiales de Trabajo Social en Asamblea General del Consejo General del Trabajo Social. Contempla algunos puntos de partida sobre la buena praxis profesional. El código es un conjunto de derechos pero también de deberes en el ejercicio de nuestra profesión. Es la verdadera razón de ser de la estructura colegial como garante de la buena praxis profesional.


VI Promoción de Grado en Trabajo Social. Octubre 2015. Visita Biblioteca


Es en definitiva, una forma de entender, vivir y de ejercer el trabajo social desde la excelencia profesional. 




Os animo a no perderlo de vista nunca pues sus preceptos son de obligado cumplimiento para cualquier trabajadora social.

Son tiempos difíciles, pero decidme:

¿Cuándo no lo han sido? RAZÓN DE MÁS. ANTE MÁS NECESIDADES SOCIALES MÁS TRABAJO SOCIAL. LA CIUDADANÍA OS NECESITA, NOS NECESITA. HOY SOMOS MÁS NECESARIAS QUE NUNCA. 

Por eso, mi mensaje es esperanzador, optimista, de ánimo, somos AGENTES DE CAMBIO que contribuimos a la reducción de la pobreza y de las desigualdades teniendo como objetivo su desaparición. Utilizamos herramientas para empoderar a las personas, Sensibilizamos a la ciudadanía y colaboramos con las instituciones y la sociedad civil,  en la necesidad de avanzar por el bienestar general. Y alzamos la voz para promover los derechos, el pensamiento crítico y buscar en definitiva la transformación hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Tenemos capacidad para promover el cambio social. Porque las trabajadoras y los trabajadores sociales intervenimos en muchos y variados ámbitos: educación, sanidad, vivienda, justicia…


Hoy comienza vuestra andadura profesional: hacerlo con el entusiasmo, con valentía, con el compromiso, con el rigor y la seriedad que el ámbito de la academia os ha enseñado.

Sois Jóvenes. Sois trabajadoras y trabajadores sociales. Está en vuestra mano.




AHORA COMIENZA LO DIFÍCIL POR QUE NOS EXIGE LO MEJOR DE NOSTRAS MISMAS.

AHORA COMIENZA LO BUENO POR QUE ENCONTRARÉIS LA SATISFACCIÓN DEL TRABAJO BIEN HECHO QUE NO OLVIDARÉIS NUNCA.

AHORA COMIENZA VUESTRO VIAJE PROFESIONAL Y PERSONAL DESDE UNA PROFESIÓN QUE TIENE SENTIDO DEL DEBER PÚBLICO Y QUE ESTÁ AL SERVICIO DE LA CIUDADANÍA. HABRÁ ALGO MÁS GRANDE...

¡BIENVENIDAS! a esta profesión y ejercerla con el compromiso de ser felices. 

EMILIANA VICENTE GONZÁLEZ.  Presidenta del Consejo General de Trabajo Social de España.


VI PROMOCIÓN TRABAJO SOCIAL 2015-2019. DISCURSO DESPEDIDA EN SU GRADUACIÓN.




Acto de Graduación VI Promoción del Grado en Trabajo Social por la UCLM. 2015-2019. Palabras de despedida de los/as estudiantes. 



Buenas tardes a todas las personas aquí presentes, Vicerrectorado, docentes, familiares y compañeras, gracias por venir. Gracias en especial a Emiliana Vicente, Presidenta del Consejo General de Trabajo Social, por amadrinar a esta promoción de Trabajadores y Tabajadoras Sociales, tanto usted como su trayectoria son un ejemplo a seguir para todas nosotras.
De izquierda a derecha: Emiliana Vicente, Presidenta del Consejo General de Trabajo Social; Margarita Pardo, Vicedecana de la Facultad de Trabajo Social, Profesora del Área de TS y SS.SS.; Aurelio Lascorz, Decano de la Facultad de Trabajo Social y Profesor del Área de TS y SS.SS y Francisco José Gallego, Profesor del Área de TS y SS.SS.  

La universidad normalmente nos recibe llena de sonido y actividad cuando entramos por sus puertas. Hoy, nos recibe en completo silencio. Tal vez, porque entienden que esos y esas adolescentes, que un día llegaron al aula 1.10 del Edificio Melchor Cano, hoy están diciendo adiós, y esta sea la última vez que los reúne a todos juntos tras sus puertas.

Laura y Katerina
Compañeras de la sexta promoción; que hoy estemos sentadas aquí sólo quiere decir una cosa, ¡Lo hemos conseguido!. Ahora, vendría la parte del discurso donde todas las páginas que hemos visitado para ayudarnos a escribirlo nos recomendaban citar a algún antiguo filósofo. Pero… había dos inconvenientes. En primer lugar, sabemos que lo que dijera un anciano griego que dejó de existir hace miles de años os da igual, y segundo, no sabíamos el año exacto para citarlo correctamente siguiendo las normas APA. Por eso hemos decidido parafrasear las palabras de alguien al que la mayoría hemos conocido, alguien que entiende qué es lo que se remueve en nuestros corazones como para haber elegido ser Trabajadoras y Trabajadores Sociales. Así, Lagarder Danciu en su libro escribía “He caminado en busca de la justicia social con y para aquellas personas que lo han perdido todo”, por favor haced de esta  frase algo propio. 
Nos llena de alegría que haya llegado el día de hoy, porque también significa que estamos un poco más cerca de cumplir nuestros sueños  y que no tendremos que volver a subir la cuesta de Bellas Artes una sola vez más. 
Bromas aparte, aunque estemos un poco más cerca de cumplirlo, todo sueño, tiene su parte de realidad, y la nuestra es que ahora salimos ante un mundo que de ensueño tiene poco, y lo haremos tomando caminos separados. Unas trabajarán y se encargarán de las personas mayores, otras de aquellos que lo han perdido todo, algunas de los niños, niñas y jóvenes que la guerra, el mar o la injusticia les robó sus padres, e incluso algunas acabaréis muy lejos de este país.
VI Promoción. Octubre 2015. Visita a la Biblioteca del Campus de Cuenca en la Jornada de Acogida de Estudiantes


Tras estas palabras, a más de uno de los hoy aquí presentes se le puede pasar por la cabeza la idea de que no parece muy alentador lo que nos depara el futuro como trabajadores y trabajadoras sociales. Basta con pararse a pensar en las decenas de historias que hemos tenido la oportunidad de conocer durante nuestras prácticas. Ante esto compañeras os queremos decir, quizá por eso, porque será difícil, tiene más sentido hacerlo y dedicarse a esta profesión. Como se recoge en las páginas del libro escrito por Miguel Fuster, una persona que pasó 15 años de su vida en la calle y que también tuvimos la gran oportunidad de conocer, “La vida puede convertirse en arte y que el arte es la forma más positiva de corregir los errores de la vida”, haced del Trabajo Social vuestro arte, y sí, tal vez separadas, pero siempre con algo en común, seremos defensoras de la justicia social y la noble causa que enarbola.

Marina y Antonio

Cuatro años dan para mucho y al hacer un recorrido por ellos, nos vienen infinidad de recuerdos. Todo lo vivido en las aulas, en la biblioteca, en la Cossío… nos saca alguna que otra sonrisa.

¿Recordáis el primer día? ¡Qué caritas de inocentes teníamos¡ y ¡qué vergüenza hablar en público! Después de unas cuantas presentaciones y algún que otro debate nos hemos convertido en unas expertas de la oratoria. 

Podríamos contar mil anécdotas, pero sería mejor preguntarle a Pilar Cañas que seguro las tiene apuntadas en su Agenda de Actividades y Tiempos, o grabadas en video… que ya sabemos lo que le gusta a ella una cámara.

También podríamos pedirle a Marga que nos cante algo, aunque creo que nos vendrá mejor que nos de algún remedio casero para curar la resaquilla de mañana. Seguro que un pincho de tortilla de Yoli nos quita todos los males.

También durante estos cuatro años hemos tenido la oportunidad de compartir clase con compañeras que hoy no están aquí presentes, pero nos gusta pensar que en Chile o México hay un pedacito de la sexta promoción de trabajo social. 

De igual forma nos gustaría hacer una mención especial a compañeros y compañeras que llegaron ya como profesionales, Educadoras y Educadores Sociales con las que compartir aula ha sido enriquecedor.

Por último, compañeras, queremos dar gracias, porque llegar hasta aquí no es sino gracias a vuestro esfuerzo, dedicación y compromiso. Ojalá que igual que hemos compartido ámbito académico seamos compañeras en el ámbito laboral. 

Ya somos Trabajadoras Sociales. ¡Celebrémoslo! 

Esto es resultado del esfuerzo de mucha gente, de los profesores y profesoras que hoy nos acompañan, que durante estos cuatro años han sido nuestra guía, y sí, con sus más y con sus menos, pero al fin y al cabo ellos también han aprendido con nosotros. Aprovechamos para acordarnos de Myriam, que hoy no puede acompañarnos y le damos la enhorabuena por su embarazo.

Queridos padres, a vosotros, que nos habéis acompañado durante estos cuatro años, apoyándonos, cuidándonos, queriéndonos -aunque ya apenas pasemos por casa- que habéis hecho posible con vuestro esfuerzo que hoy estemos aquí. A vosotros os damos las gracias de todo corazón. Dicen, que el mayor orgullo de un padre o una madre son sus hijos. Pues hoy nosotras os queremos decir: sentíos doblemente orgullosos porque vuestra hija, vuestro hijo, ha decidido dedicar su vida a trabajar por y para las personas y esta vez sí, hacer del mundo un sueño.



Para acabar nos gustaría compartir, unas palabras que se nos dedicó el primer año de carrera. Dicen así:

"Los estudiantes de primer curso de Trabajo Social, a los que se estableció como trabajo obligatorio el análisis a pie de calle de una actividad relacionada con su futura profesión. Así, trabajaron con enfermos hospitalarios, internos en centros penitenciarios, personas con diversidad funcional, acompañaron a personas ancianas que vivían solas…y la gran mayoría de estos estudiantes expresaron lo gratificante que fue para ellos la actividad desarrollada.
Creo que si entendemos la felicidad no como meramente un estado placentero o ausente de dolor, sino como una situación de satisfacción personal, por el trabajo bien hecho, por una relación con la familia, los amigos y la gente que te rodea sincera y generosa, a la misma no se podrá llegar jamás si antes no salimos de nosotros mismos, para llegar a ella dándonos a los demás."