Este año en su Campaña ÚNETE “Pinta el mundo de naranja: ¡Financiar, responder, prevenir, recopilar!” Nosotras/os, las/os trabajadoras/es sociales de Castilla-La Mancha nos sentimos más identificados/as que nunca en las cuatro acciones marcadas, y por tanto, en contribuir a la erradicación de esta lacra que persigue aún hoy nuestra sociedad.
Es un hecho ya
que la llegada a principios de año del COVID-19 y las medidas de restricciones
de movilidad tomadas para afrontar la crisis sanitaria han intensificado las
situaciones de vulnerabilidad ya latentes en los diferentes escenarios, y claro
está, la violencia de género ha sido una de ellas. El aumento de tiempo de
convivencia con el agresor, el crecimiento de conflictos familiares y
domésticos, violencia prolongada sin interrupciones por el confinamiento
obligado en el domicilio…, o la percepción de seguridad del agresor ante su
víctima son algunos de los factores que nos reflejan las siguientes cifras.
Según los datos
actualizados a fecha de 13 de noviembre por la Delegación de Gobierno contra la
Violencia de Género en su ficha estadística de víctimas mortales en este año
2020, se suman un total de 41 mujeres asesinadas en nuestro país a manos de sus
parejas o exparejas, dejando un total de 23 huérfanos menores de 18 años; 1074
desde que empezaron a contabilizarse en 2003. En concreto en nuestra Región en
Castilla La Mancha han sido 3 víctimas en lo que va de año, cuatro si contamos
el caso de la mujer asesinada por su hijo, de acuerdo con la Legislación de
Castilla La Mancha.
Por tanto, en este día, el Colegio Oficial de Trabajo Social Castilla La Mancha, se suma más que nunca a la lucha y reivindicación de este 25 de noviembre 2020, el cual nos devuelve el duro recuerdo de una pandemia que ha intensificado la desigualdad y el sometimiento que viven las mujeres de todo el mundo.
Son muchas las funciones que competen a nuestra profesión y que en la línea de la campaña lanzada por las Naciones Unidas nos empujan a actuar: Informar, prevenir, mediar, asistir… desde cada uno nuestros puestos de trabajo, donde desempeñamos nuestra labor, debemos estar siempre alerta no sólo en la prevención sino también en la detección como una de las funciones vitales en estos casos.
La violencia de
género la podemos encontrar en todas y cada una de las áreas de intervención
del Trabajo Social: salud, educación, cooperación internacional, inmigración,
menores, discapacidad… no olvidemos la última víctima en nuestra región, Teresa
de 83 años, en esa etapa de la vida la vejez, donde precisamente nuestros
mayores merecen todos los cuidados y atenciones.
Echando la vista
atrás y dando luz al largo camino recorrido, han sido muchos los pasos que se
han dado desde las políticas sociales estatales, dotando de herramientas
básicas para combatir la violencia machista con la aprobación de normas como la
Ley Integral contra la Violencia de Género hace ya más de 15 años, el Pacto de
Estado contra la Violencia de Género…o descendiendo a nuestra región pioneros
en leyes como Ley 5/2001, de 17 de mayo, de prevención de malos tratos y de
protección a las mujeres maltratadas, la creación del Instituto de la Mujer, o
la vigente Ley 4/2018 para una Sociedad Libre de Violencia de Género. Estos
instrumentos están permitiendo una reducción paulatina de las víctimas
mortales, y en su propuesta, diseño y ejecución las/os Trabajadoras/es Sociales
desempeñamos un papel fundamental.
El compromiso
del COLEGIO OFICIAL DE CASTILLA LA MANCHA es firme ante esta lacra social:
Firme lucha contra la violencia machista.
Apoyo y ayuda total a las víctimas.
Programación y oferta de formaciones a profesionales para la detección y prevención de situaciones de maltrato.
Acompañamiento activo, constante y presente al diseño de las políticas sociales en este ámbito en nuestra región Castilla La Mancha.
Acciones de sensibilización y visibilización.
Asegurar la perspectiva de género en toda la estructura del Colegio.
Consideramos que todas las medidas y acciones que demos son pasos hacia delante en el camino de la erradicación de la violencia, pero no debemos olvidar que mientras sigan existiendo víctimas mortales no serán suficientes, por lo que debemos ser constantes como Colegio y Profesión, aunando así fuerzas en pro de la lucha mundial hacia una sociedad más justa y libre.
Acabamos así nuestro manifiesto
con una de las pioneras del feminismo en España y precedente significativo del
Trabajo Social:
“La Sociedad no
puede en justicia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad
del género humano”. Concepción Arenal.
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