La cifra de víctimas de la violencia machista ha bajado, sí, pero no tanto como asegura el Gobierno. El Ministerio de Igualdad contabilizó 55 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas en 2009, pero varias asociaciones de mujeres elevan la cifra por encima de los 70. Ahora, además, se les unen los expertos del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia. Su último informe sobre los malos tratos, hecho público ayer, sitúa en 60 el número de «feminicidios» en el año que acaba de terminar. Además, el documento alerta de algunos datos especialmente preocupantes. Sobre todo, la «extraordinaria juventud» de muchas de las víctimas.El informe aclara que, si bien la mayoría de las víctimas tenían entre 25 y 44 años, la mayor «prevalencia» respecto a la población de esa edad se dio entre las adolescentes y jóvenes de 14 a 24, con 4,4 asesinatos por millón de mujeres. En el lado de los agresores, el tramo de 35 a 44 años es el de mayor prevalencia.
Formación
Para los autores del estudio, la edad de las víctimas de asesinatos machistas «debería hacer reflexionar a quienes tienen en sus manos la facultad para introducir los cambios necesarios en la formación de nuestros jóvenes». Pero no sólo la juventud preocupa a los expertos. En 2009, una vez más, la población extranjera apareció «sobrerrepresentada» en las estadísticas de malos tratos. Así, mientras que de cada diez mujeres mayores de 14 años empadronadas en España nueve son españolas y sólo una extranjera, de cada diez mujeres asesinadas por su pareja o ex pareja, seis son españolas y cuatro extranjeras. La peor parte se la llevan las mujeres procedentes de Iberoamérica que, de acuerdo con el Centro Reina Sofía, representan más de la mitad de las víctimas extranjeras y están «sobrerrepresentadas» en un 500 por ciento. En cuanto a los agresores, tres de cada diez contaban con antecedentes policiales y sólo un 21 por ciento trabajaba. El informe también detalla, caso por caso, todos los crímenes registrados el año pasado. La mayoría de los implicados estaban casados, convivían o eran pareja en el momento del asesinato, aunque no faltan los ex maridos, ex novios y ex convivientes. Los métodos empleados para acabar con la vida de las mujeres son, a menudo, «muy crueles como puede ser asfixiar a la víctima o darle golpes hasta que se muera», explicó ayer a Efe la coordinadora científica del Centro, Isabel Yborra. En cualquier caso, los asesinatos por arma blanca son los más habituales.
La mitad de las muertes, en festivo
Cerca de la mitad de los asesinatos machistas del año pasado –un 47 por ciento– se produjeron en día festivo, de acuerdo con el informe del Centro Reina Sofía. El estudio sugiere, además, que el riesgo para las víctimas de la violencia doméstica aumenta durante las horas nocturnas, ya que el 76 por ciento de los asesinatos tuvieron lugar entre doce de la noche y ocho de la mañana. La coordinadora científica del centro, Isabel Yborra, aseguró ayer que el maltrato «sigue muy oculto», pues los agresores «buscan la situación de anonimato, de aislamiento de sus víctimas».
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