martes, 19 de enero de 2010

Los Servicios Sociales son un sistema humano enfermo, según Rafael Aliena


Reproducimos parte de una entrevista a Rafael Aliena Miralles, Director del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Valencia, que ha sido publicado en el número 102 del Boletín Documental sobre Inserción Social Eguneratuz.


Dice usted que hoy por hoy los Servicios Sociales son un sistema humano enfermo. ¿Tan mal está la cosa?

Yo vivo en una organización enferma, la Universidad. Hablo de lo que conozco y más de las ciencias sociales que de otras. En los departamentos, la gente no se tolera; nadie quiere ser menos y son muchos los que se creen el no va más, pero carecemos de proyectos colectivos. Hay una falta de libertad espiritual y de debate asombrosa. No es el tiempo de la innovación, sino el de la ‘ciencia rutinaria’, la que replica y clona, la que prefiere la seguridad de lo fácil. Se ha perdido grandeza, se ha envenenado la convivencia.

En ello pienso cuando hablo de “organización enferma”. Lo que yo vi en servicios sociales es una suma de gente mal cuidada y mal aprovechada (algunos, milagrosamente, aguantando el tipo pese a las decepciones), apatía e incompetencia (incluida la de los de políticos y cuadros). Lo digo con libertad. ¿Es así en todas partes? No lo sé. Pienso en enfermedad también en otro sentido. Me preocupa de un modo muy particular el abandono en que se tiene a los profesionales, en un campo en el que básicamente hay personas cara a cara con otras personas, y sufrimiento y miedo, inseguri dad y tribulación. No lo entiendo. El enfermo puede sobrellevar, bien que mal, su condición, pero también morir. Ser pesimista, sin embargo, es una irresponsabilidad, a menudo una pose. No nos lo podemos permitir. Yo lo veo así, en negro, pero sigo trabajando. Eso es lo que importa.

En algún momento usted ha dicho que lo que los usuarios buscan en los Servicios Sociales es “trato”. ¿Sigue siendo cierta esa idea? ¿No buscan más una solución a unos problemas concretos?

Es algo que se dice en Descenso a Periferia, pero convertido en afirmación o tesis queda como falto de carne. Hay que entender que este libro pretende que quienes se hallan absortos en los servicios sociales suban a por aire o miren las cosas, aunque sólo sea por un momento, de otra manera. Habrá de todo. Yo nunca busco cantidades ni proporciones. No temo decir cosas que no están à la mode. Algunas personas buscan sentido para el mal que las aflige, compañía, respeto, consuelo…, pues claro. ¿No es lo que queremos todos? En un mundo secularizado y altamente burocratizado, ¿a dónde va uno, solo, descreído y sin dinero para pagarse un psicólogo?

Al menos en nuestro entorno, al analizar la situación de los Servicios Sociales de Base hemos escuchado a menudo el comentario de que algunos de los problemas se derivan de la irrupción de una generación de profesionales menos comprometidos, que han asumido un papel más funcionarial, y que se enganchan con facilidad a la ‘cultura del trámite’, pero no a una cultura de transformación social.

¿Le parece que ese cambio es cierto? Si lo fuera, ¿le parece preocupante? ¿Se puede hacer un trabajo social de calidad desde los servicios sociales municipales sin voluntad de transformación social?

A mí ‘transformación social’ se me queda grande y me retrotrae a ideales trasnochados. Es como lo de la sociología crítica en manos de funcionarios bien pagados y en universidades resguardadas de la inclemencia meteorológica. Lo que no puede ser hace daño. Hay que mejorar la sociedad y hay realidades insufribles, indecentes. No hace falta inflar más el globo. Yo defendí en Descenso a Periferia a quienes, a pesar de todo, trabajaban y se lo creían, alentados por un pasado radical, o por su compromiso cristiano.Me gusta la gente que se esfuerza y hace bien su trabajo, aunque luego no coincida con ellos en tantas cosas. Hay, por otro lado, una historia que yo diría tragicómica.¿Cómo ha podido el trabajo social, que tan grandes y nobles miras tenía, acabar de este modo? Ojalá el culpable fuera el ‘sistema’. Me temo que todos han puesto de su parte.


Eguneratuz es un boletín documental sobre Inserción Social editado por el SIIS en colaboración con el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social. Contiene resúmenes detallados de artículos y estudios de investigación relacionados con la pobreza, los servicios sociales y la exclusión social, así como informaciones variadas sobre herramientas técnicas, manuales de buena práctica y convocatorias de interés para las personas que trabajan en este campo. La distribución del boletín es gratuita y su periodicidad es mensual. Para darte de alta o, simplemente, para consultar los números publicados hasta la fecha, puedes ir a http://www.siis.net/es/boletin-hilero-eguneratuz.php

Si te interesa conocer algún otro trabajo de Rafael Aliena sobre esta misma cuestión, puedes acceder a la comunicación "Más allá del paradigma de los recursos. El trabajo social, los servicios sociales y sus retos".

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