Ana
Lima es Presidenta del Consejo General de Trabajo Social de España y tuvimos la suerte de contar con ella como Madrina de los Graduados y Graduadas de la I Promoción de nuestra Facultad (2010-2014). ¡Gracias por tu delicado y emotivo discurso!
Ana Lima |
¡Ya sois trabajadores y trabajadoras sociales! Hoy es un
día importante para vosotros y vosotras, la conquista de una meta personal,
pero también un punto de partida, sois de los pocos y pocas graduadas en trabajo
social. Ello puede traer oportunidades, pero también el peso de generar una
expectativa más exigente por estar mejor preparados y preparadas.
También es un orgullo para mí porque es la I Promoción de
Grado en Trabajo Social de esta Facultad, y ello me lleva a pensar en la gran
lucha que ha trazado esta profesión para conseguir culminar este logro que hoy
representáis aquí, el nivel máximo de formación en el Espacio Europeo de
Educación Superior. Os voy a contar una anécdota que llamó mucho mi atención
cuando investigaba a través de los documentos del archivo histórico del Consejo
General del Trabajo Social:
En 1968 se realizó el I Congreso de carácter estatal de
Trabajo Social en Barcelona y una de las conclusiones del mismo era conseguir
la licenciatura europea en trabajo social. Hoy en Cuenca, 46 años después, se
gradúa la primera promoción en el marco de la Educación Europea Superior. ¡No
me digáis que las primeras trabajadoras sociales no fueron visionarias…!
Estamos en un buen momento académico, hemos llegado a las aspiraciones máximas
con el Grado, el Máster oficial y el Doctorado.
Mi propia titulación
y experiencia personal
Pensar que me gusta tanto mi profesión cuando yo estudié
trabajo social por casualidad… Con 18 años no tenía claro por qué carrera
decidirme, ni siquiera conocía el trabajo social. Quedé con mis compañeros para
ir a tramitar la admisión en la universidad, no encontraba un documento
necesario y finalmente fui más tarde con una compañera a la que le ocurrió lo
mismo. Ella me habló por el camino del viaje en metro del trabajo social. Era
la primera vez que oía hablar de ello. Cuando rellenamos la solicitud, decidí
arriesgarme a seleccionar esa carrera nueva y desconocida por aquel entonces.
Esto me lleva a una reflexión sobre la incertidumbre. Estoy convencida de que es imposible estar segura de donde se puede terminar en la vida… Como veis es una historia de inseguridad, extravío, oportunidad y casualidad que culmina en otra cosa interesante.
Esto me lleva a una reflexión sobre la incertidumbre. Estoy convencida de que es imposible estar segura de donde se puede terminar en la vida… Como veis es una historia de inseguridad, extravío, oportunidad y casualidad que culmina en otra cosa interesante.
La incertidumbre me proporcionó la oportunidad de conocer
esta profesión y descubrir mi fuerte voluntad y disciplina; de conocer a muchos
compañeros y amigos, colegas… También el conoceros a vosotros y vosotras hoy.
Lo más curioso ocurrió una vez que me aceptaron en la
Universidad Complutense de Madrid y tuve que explicar a mi familia y amigos en
qué consistían esos estudios… Eso sí que fue difícil. Por aquel entonces, mi
padre me dijo: “Hija, tú eres demasiado sensible para dedicarte a eso”. Pero el
trabajo social es mucho más que una actitud ante la vida, es tener unos
principios y valores determinados y llevarlos a la práctica día a día. La
formación nos sirve para hacerlo de la manera más adecuada y exitosa.
Ahora trabajo social posee una estructura colegial fuerte
y podemos decir que es una profesión madura, que goza de un alto grado de
reconocimiento social y mi padre piensa ahora que puedo dedicarme a ella con
dominio.
Si realizo un recorrido vertiginoso por mi trayectoria
podría decir que el hecho de aprovechar las oportunidades inesperadas, me llevó
a estudiar trabajo social y a contribuir a mejorar la vida de muchas personas
con mi trabajo. Así mismo me ha llevado a participar en la organización
profesional y con ello a participar en la nueva definición mundial del trabajo
social y a contribuir a la construcción de la agenda global de desarrollo
social y trabajo social con una buena práctica del trabajo social en España.
¡No os imagináis lo que me costaba hablar en público,
preguntar algo en clase! ¡Sentía que mi corazón se aceleraba de inmediato! La
experiencia ayuda a superar muchos de nuestros obstáculos, obstáculos que
pueden parecer insalvables, pero no lo son. La comunicación es una competencia
fundamental para nosotros y nosotras y hay que trabajarla día a día.
Ecos de la
historia
Trabajo social es una profesión joven; la media de edad es
de 41 años. He tenido la oportunidad de preguntar a muchas trabajadoras
sociales referentes y veteranas sobre su trayectoria vital y me dijeron que, si
volvieran a nacer, serían trabajadoras sociales. Eso es muy significativo.
Ellas contribuyeron a la construcción de los sistemas de
protección social en España, sobre todo en el Sistema Público de Servicios Sociales,
donde somos profesionales de referencia.
Muchas de las trabajadoras sociales de mi generación participaron en esta construcción, nos sentíamos parte de ello, fue un trabajo intenso y desafiante, estaba casi todo por hacer.
Muchas de las trabajadoras sociales de mi generación participaron en esta construcción, nos sentíamos parte de ello, fue un trabajo intenso y desafiante, estaba casi todo por hacer.
Recuerdo el primer día que empecé a trabajar en un
municipio de Madrid. Después de aprobar una oposición en el mes de julio de
1990, me enviaron a un despacho situado en una construcción prefabricada donde
había muchas personas esperándome. La única trabajadora social anterior a mí se
había ido a otro empleo y su puesto llevaba más de un mes sin cubrirse. Por
ello, no tuve la fortuna de que me explicase el contenido de mi trabajo. Mi
único referente para enfrentarme a esa situación eran mis prácticas en el
Ayuntamiento de Madrid.
Al día siguiente apareció un concejal que me advirtió que
no debía perder ninguna subvención y desarrollar un convenio que nadie me
mostró.
Como veis, mis inicios fueron inquietantes, pero de esa
situación obtuve la idea de que estaba todo por hacer y que yo podía crear… La
otra cara de la adversidad es aleccionadora y me enseñó a tener una visión estratégica
que me sirvió para acceder a la plaza de dirección de la Mancomunidad que se
creó tres años después. Cuando contaba mis inicios a otras amigas que
estudiaban periodismo, derecho, económicas… me miraban extrañadas, les
resultaba difícil ponerse en mi situación, incluso me recomendaban que para
ligar no dijese que era trabajadora social, sino que dijese que era abogada…
Sonaba mejor. Yo siempre dije la verdad, desde muy joven aprendí que incluso
los errores y los fracasos pueden traer el éxito futuro, que en la diversidad
está lo que nos hace originales y únicos.
Desde hace unos años, a medida que me he ido involucrando
cada vez más en la acciones del Consejo General, me viene constantemente a la
cabeza una ocasión, después de dos años de ejercicio profesional, en que
conversaba con mi madre sobre un problema de actualidad de las noticias que
afectaba a muchas mujeres. Yo hice algún comentario y ella se giró sorprendida
y me preguntó: “Hija, ¿y tú como sabes tanto de la vida con lo joven que eres?
Está vez le contesté: “¡Gracias a mi profesión!”. Y es que a lo largo de mi
argumentación venían a mi cabeza muchas mujeres separadas con cargas familiares
con las que yo trabajaba, sus problemas, sus debilidades, su necesidad de
empoderarse… Y cómo íbamos dando pasos hacia delante con ellas y sus hijos e
hijas.
Nunca se me olvidará un caso de retirada de tutela por
desprotección y maltrato de un niño por el que estuve en vela todo un fin de
semana hablando con la fiscalía de menores, hasta que conseguimos protegerlo.
Tampoco se me olvidará cómo contribuí a constituir algunas
asociaciones de infancia, adolescencia, mujeres, inmigración, mayores, personas
con discapacidad etc., a reforzar el tejido social y a empoderar a la
ciudadanía en la búsqueda de solución de sus necesidades sociales.
Esta profesión me ha enseñado las mejores lecciones de
vida, a valorarla y enfocarla de una determinada manera. En ese primer día de
trabajo, yo quería cambiar el mundo y hoy 24 años después, después de tantas
atenciones individuales y familiares, trabajo con grupos y comunidades,
proyectos, reuniones, informes, jornadas, gestiones, propuestas y hasta
organización de conciertos interculturales de rap y hip hop…. Después de
impartir clases de trabajo social con comunidades y máster sobre trabajo social
y violencia de género, de interculturalidad, de gerencia en servicios sociales,
de dependencia, de ética de la intervención social… Después de intentar
escribir sobre todo lo que hago, de sistematizar mi práctica; después de colaborar
con la estructura colegial para mejorar la buena praxis en la profesión, aún
después de tanta actividad y en unas circunstancias tan adversas, lejos de
estar cansada, quiero seguir transformando el mundo para que sea mejor para las
personas.
Situación actual
Vivimos momentos de dificultad social, los y las
profesionales sabemos que mientras haya pobreza y exclusión social no hay
cabida para un desarrollo humano sostenible, la crisis actual también supone un
gran reto, nos lleva a la búsqueda de nuevas soluciones a los problemas
sociales.
Creo que tenemos que ser exigentes con nosotras mismas
para poder exigir a los demás. Os animo a que sigáis estudiando y a que
investiguéis como forma de buscar esas soluciones alternativas.
Es importante que desarrolléis el espíritu crítico, y
sepáis diferenciar las consecuencias de las causas y las ideas de los mensajes
que se dan como frases hechas o lemas, que si se repiten en cualquier contexto
pueden quedar vacíos de realidad. En esta facultad sois buenos en eso, habéis
sabido distinguir cuando hablamos de solidaridad o de caridad, de beneficencia
o de derechos… Habéis sido populares en televisión por ello.
Perseguir la libertad sin un mínimo de bienestar se puede cuestionar, queremos derechos, no beneficencia ni caridad. Un filósofo (Isaiah Berlín) dijo: “La libertad total de los lobos es la muerte para los corderos”. Es importante mantener el Estado de Bienestar, los sistemas de protección social, los derechos sociales y laborales, el equilibrio entre el desarrollo económico y el desarrollo humano.
Perseguir la libertad sin un mínimo de bienestar se puede cuestionar, queremos derechos, no beneficencia ni caridad. Un filósofo (Isaiah Berlín) dijo: “La libertad total de los lobos es la muerte para los corderos”. Es importante mantener el Estado de Bienestar, los sistemas de protección social, los derechos sociales y laborales, el equilibrio entre el desarrollo económico y el desarrollo humano.
Os invito a que mantengáis vuestras mentes abiertas, el
espíritu crítico, a defender vuestras ideas y a escuchar con respeto todas las
opiniones y a proponer soluciones persiguiendo la igualdad, pero también el
respeto por las diferencias; igualdad no sólo de oportunidades sino de
resultados y la inclusión social… pero también persiguiendo la excelencia en la
práctica profesional.
Nuestra
peculiaridad
Parece que vivimos tiempos de cambio e incertidumbre, que
darán lugar a otra cosa, a una nueva era. Lo que resulte de esos tiempos
también dependerá de nosotros. Desde nuestra profesión ya se contribuyó a crear
un mundo mejor en tiempos difíciles, donde no había casi nada, mucho menos que
ahora, sólo beneficencia. Por eso os animo a que hagáis aportaciones a la
sociedad con vuestro trabajo.
Esta profesión desea la construcción de una sociedad con
más desarrollo humano en la que las personas tengan confianza en su porvenir.
La universidad también puede contribuir a crear una sociedad más justa y
democrática, con la interpretación de la realidad desde los principios éticos,
sociales, políticos y científicos; detectando las causas de los problemas
sociales y planteando estrategias para solventarlos, transformando las
estructuras. Pero para todo ello no hay que olvidar que es fundamental el
acercamiento a la práctica profesional y la participación de la ciudadanía.
No cabe duda de que desde esta universidad, alumnos y
alumnas, profesores etc. han contribuido a mejorar la vida de las personas. Mi
pregunta es ¿podemos hacer más?
Creo que sí, la inteligencia y el talento son un don. Pero
también es importante la voluntad y la concentración. El compromiso social por
un mundo mejor nos puede llevar al éxito y eso es lo que os diferencia de otras
disciplinas.
No hay que dejar de lado que muchas veces lo incorrecto
será más justo que lo correcto, que la realidad es muy compleja y que no debéis
perder de vista el objetivo real que perseguís desde la ética profesional. Os
tengo que confesar que he sido una buena burócrata, pero también me salté las
normas en pro de la justicia social y lo volvería a hacer una y mil veces….
Nuestros conocimientos son instrumentos para conseguir una sociedad más justa,
equitativa, muchas veces los proyectos de vida de la personas dependen de
nuestra competencia, no olvidéis nunca los principios y valores de la
profesión, tened presente siempre el código deontológico, sin olvidar lo que
sois.
Oportunidades y
retos. Apuesta por el futuro con ellos
Hasta ahora, el sector donde más se ha empleado el trabajo
social es servicios sociales que aglutina a un 80% de los profesionales, luego
va el trabajo social sanitario con un 12%, y después se ejerce en otros ámbitos
como la educación, la justicia, penitenciaria, vivienda, etc.
Existe una cuestión en la que tiene mucha incidencia la edad de los profesionales y es que los que son más jóvenes de 36 años trabajan en un porcentaje mayor en el ámbito privado y los que son mayores de 36 años ejerce más en el ámbito público.
Existe una cuestión en la que tiene mucha incidencia la edad de los profesionales y es que los que son más jóvenes de 36 años trabajan en un porcentaje mayor en el ámbito privado y los que son mayores de 36 años ejerce más en el ámbito público.
Esto nos da una idea sobre dónde están nuestros retos
futuros.
Sé que el modelo está cambiando, parece que todo se
desmorona, pero es importante que aprovechéis este momento para innovar,
cambiar el chip, reinventarnos y ser ambiciosos.
Siempre tuve presente la idea de la importancia de la
reinvención después de un fracaso, eso puede dar lugar a algo mucho mejor de lo
que esperábamos. Plantearnos sobrevivir ante la adversidad es muy importante.
Os invito a reflexionar sobre las barreras que os vais a encontrar a partir de
ahora, está en vuestras manos poner más fáciles las cosas, que la barreras a
las que os enfrentéis solo sean externas, no internas.
Los nuevos retos profesionales se abren en la línea de:
·
Espacios que van tomando importancia
como la intervención social en emergencias sociales y grandes catástrofes, el
trabajo social en mediación y la implantación de nuestra figura en ámbitos
nuevos donde no se había tenido representación.
Asimismo es necesaria una mayor presencia en la investigación, creando una mayor conexión entre el mundo académico y profesional, de este modo la experiencia, la investigación y la docencia deben estar unidad para avanzar desde los ámbitos propios del trabajo social.
Asimismo es necesaria una mayor presencia en la investigación, creando una mayor conexión entre el mundo académico y profesional, de este modo la experiencia, la investigación y la docencia deben estar unidad para avanzar desde los ámbitos propios del trabajo social.
·
También es importante centrarnos en
las experiencias innovadoras dentro del sistema de los sistemas de protección
social: sanidad, educación, empleo, servicios sociales y la gran importancia
que se le está concediendo a la supervisión y a la ética aplicada.
Cobra una importancia destacada la Intervención comunitaria en el contexto de las respuestas de la sociedad civil ante las necesidades sociales, nuestro trabajo con los movimientos sociales, asociaciones, plataformas etc. Colaborando con el empowerment de las personas y de la profesión.
Cobra una importancia destacada la Intervención comunitaria en el contexto de las respuestas de la sociedad civil ante las necesidades sociales, nuestro trabajo con los movimientos sociales, asociaciones, plataformas etc. Colaborando con el empowerment de las personas y de la profesión.
·
Las nuevas formas de trabajo de cara
al futuro inmediato se perfilan con algo que hasta ahora ha sido muy
minoritario en nuestro ejercicio profesional y es el emprendimiento social, la
innovación social y la economía social, poniendo en valor el saber ser y el
saber estar del trabajo social en estos sectores.
·
Una apuesta para el futuro de los
jóvenes trabajadores sociales es la importancia que cobran las redes sociales y
el trabajar en red. El desafío de la Intervención social en espacios virtuales,
muestra que aún está por desarrollar una metodología de la intervención on-line
en trabajo social. En eso sois mucho mejores las personas jóvenes.
Tenéis que probar de lo que sois capaces, improvisar para
avanzar… habrá momentos del trabajo en que sintamos el desánimo, por ello es
importante trabajar en grupo, es importante que conozcáis al Colegio Oficial de
Trabajo Social y lo que ofrece como estructura para mantenernos en contacto con
otros compañeros y con la actualidad en los ámbitos de intervención, con el
compromiso de la excelencia profesional como horizonte.
Con motivo de este acto, desde el Consejo General del
Trabajo Social ofrecemos la oportunidad de trabajar juntos con esta facultad
con una iniciativa de beca de colaboración para un proyecto de intervención
social innovador.
Inyección de
energía para finalizar
Seguro que sentís una extraña mezcla de alegría y de
tristeza. A mí no se me olvidará nunca la sensación de incertidumbre que sentía
al diplomarme la primera vez.
Es un momento en que hay primar lo que una persona quiere
y desea frente a lo fácil, adaptarse a la realidad pero no perder el objetivo
nunca.
Esmeraros en ser trabajadores y trabajadoras sociales
competentes, no dejéis que os traten como si el trabajo social fuese de
segunda. Ahora se dice que se suban los sueldos en función de la productividad
del sector, y yo me pregunto: ¿qué sector es más productivo que el desarrollo
humano?
Tenemos que poder medir y mostrar el impacto social de
nuestra acción, no aceptar las cosas como inmutables diciendo “esto es lo que
hay”.
Los trabajadores sociales somos ahora más necesarios que
nunca, hay que defender lo que tanto nos costó construir, nuestra pequeña
verdad que nos hace más iguales y más libres. Pero si no nos facilitan los
ámbitos de trabajo, creémoslos nosotros. Os toca crearlos, ser innovadores e
innovadoras, ir a por todas, sin olvidar cuál es nuestro lado, ¡el trabajo
social siempre estuvo al lado de las personas!
No abandonéis nunca vuestros sueños, la oportunidad puede
surgir en cualquier momento. No perdáis la ambición, tenéis que sentir el
hambre, hambre de justicia social y luchar desde cualquier estructura por ello
y si ese ámbito lo habéis construido vosotros será aún mejor, porque nacerá
desde nuestra especial manera de ver el mundo.
Es verdad que ahora hay menos certezas, pero os pregunto:
¿hay límites? Hay que ver también las oportunidades, la movilidad, la libertad
que tenéis. Si ha cambiado el marco hay que inventar otro. Os animo a que no
temáis a las incertidumbres.
Os recomiendo que seáis ambiciosos, que os doctoréis, que
investiguéis, que os introduzcáis en política. Si queremos transformar el mundo
tenemos que estar ahí también, donde se toman las decisiones, y hacerlo desde
los principios de esta gran profesión, que surgió para hacer un mundo mejor,
para contribuir a que las personas vivan una vida que merezca la pena ser
vivida.
Sin ambición no hay grandeza y esta profesión tiene mucha
grandeza.
Podemos sentir el orgullo de ser trabajadores y
trabajadoras sociales
Os toca a vosotros darnos lecciones, con vuestra energía
de la juventud, con vuestra locura, con vuestra fuerza. Tenéis que reinventar
la profesión, abrir caminos, convertiros en la nueva esperanza el mundo
necesita al trabajo social.
Vivimos un cambio de época, se está produciendo un cambio
de modelo. En vuestras manos está la reinvención de la profesión, en multitud
de espacios que hasta ahora no ha estado presente.
Somos más necesarios y necesarias que nunca, la sociedad
os necesita.
¡Salid ahí fuera y hacer que os escuchen!
¡Viva el Trabajo Social!
Muchas gracias.
Publicado en el Blog de Ana Lima con fecha 10.09.2014
http://www.analimats.com/discurso-de-ana-lima-en-el-acto-de-graduacion-de-i-promocion-de-grado-en-trabajo-social-de-la-universidad-de-castilla-la-mancha-uclm-de-la-facultad-de-cuenca/
http://www.analimats.com/discurso-de-ana-lima-en-el-acto-de-graduacion-de-i-promocion-de-grado-en-trabajo-social-de-la-universidad-de-castilla-la-mancha-uclm-de-la-facultad-de-cuenca/
1 comentario:
Felicidades a Ana Lima por tan completa exposición y por quien ha escrito el artículo. Me parece que quiénes entran en el mundo del trabajo social se enfrentan como si fuesen pioneras a un mundo en el que la profesión se consolida y cubre más terreno. Mi especialidad son las residencias geriátricas (dirijo el portal www.inforesidencias.com y soy docente). En los 23 años que llevo en el sector he visto una evolución importante de la labor de las trabajadoras sociales. Hace unos años, una me comentó que se sentía como un florero ya que el director del centro no sabía exactamente por qué debía tener una trabajadora social en la residencia. Hoy esa duda se ha desvanecido. En el portal Inforesidencias tenemos, además del buscador de residencias, un apartado sobre profesionales en el que tratamos precisamente sobre las funciones de los trabajadores sociales en residencias os lo adjunto por si os parece de interés.
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