domingo, 14 de octubre de 2018

V PROMOCIÓN TRABAJO SOCIAL 2014-2018. DISCURSO DESPEDIDA EN SU GRADUACIÓN


Buenas tardes, Gracias a todas las personas aquí presentes por estar en un día tan importante y especial, porque  ¡¡¡HOY NOS GRADUAMOS!!!
Este acto marca el fin de uno de los caminos más importantes, llegar hasta aquí es una alegría para todas, significa que hemos cumplido un sueño, que empezó en el 2014.

EXPERIENCIAS TRABAJO SOCIAL
Hoy puede ser un gran día
Imposible de recuperar
Un ejemplar único
No lo dejes escapar
Que todo cuanto te rodea
Lo han puesto para ti
No lo mires desde la ventana
Y siéntate al festín
Pelea por lo que quieres
Y no desesperes
Si algo no anda bien
Hoy puede ser un gran día
¡Y mañana también!

Haciendo referencia a Joan Manuel Serrat con su tema “Hoy puede ser un gran día”, comenzamos  pues, estas  palabras, echando la vista atrás… Hace cuatro años, que parece que fue ayer… pero no, ¡cómo hemos cambiado y cuánto hemos crecido!

Durante estos años se guardan momentos, anécdotas, experiencias y recuerdos únicos. Se puede decir, que lo hemos conseguido, hemos llegado a la meta.

Hace cuatro años tomábamos una de las decisiones más importantes, elegimos el Trabajo Social como nuestra forma de vida. Una carrera, que, sin duda alguna, nos ha ayudado a ser mejores personas.

¿Os acordáis de nuestro primer día?  Cuando llegamos todas mirando de un lado para otro, nerviosas sin saber bien hacia dónde teníamos que dirigirnos para ir a la primera clase, deseando llegar para conocer a las nuevas compañeras. Esta clase fue una pequeña toma de contacto que duró poco y en cuanto salimos todas estábamos esperando que alguien soltara por su boca, el primer bueno, qué, ¿nos vamos de cañas? Que terminó diciéndolo nuestro compa Sergio.

Semanas después se incorporaron las compañeras de Septiembre. ¡Y ya estábamos todas en amor y compañía dispuestas a enfrentarnos a los tropecientos trabajos y exposiciones en grupo,  los cuales nos han sacado más de una vez de quicio!

Gente de todos sitios que igual nos vamos a las fallas,  a la Muralla de Ávila, a las playas de Ibiza, que nos comemos unos gazpachos, que nos bailamos unas jotas, Achopijo que nos bebemos unas estrella de levante. O copón divino nos comemos un morteruelo con el auténtico resoli de nuestra querida Cuenca.

Y por supuesto, sin olvidar  a nuestras queridas compañeras chilenas, mexicanas y lituanas que nos han acompañado en sus experiencias Erasmus durante estos cuatro años.

Haciendo un recorrido por estos años, en nuestro primer curso destacamos nuestra inexperiencia en las exposiciones orales. Ponerte delante de toda la clase a contarles tu rollo. Ahí aparecieron los primeros infartos, caras rojas como tomates y sudores que hacían charcos en el suelo. Pero ahora podemos decir que exponiendo nos defendemos, por lo menos no nos dan tics ni temblores en las piernas. (O…bueno sí). También destacar nuestra gran camiseta de genograma, para la fiesta universitaria del campus, símbolo de las ganas que teníamos de aprender. Además también hicimos nuestros primeros pinitos en el mundo del cortometraje, teniendo que grabar algún que otro video a lo largo de la carrera, vídeos de gran calidad cinematrográfica que por otro lado jamás hemos enseñado, ni enseñaremos a nadie.


En segundo se puso a prueba nuestra capacidad para el trabajo en grupo que derivó en suicidios grupales. Aparecieron las primeras movilizaciones rebeldes, que plasmaban la madurez que íbamos adquiriendo. Y entonces sorprendimos en nuestro maravilloso campus con nuestra camiseta “los trabajadores sociales son muy trabajadores sociales y mucho trabajadores sociales”. (NO SÉ SI OS RECUERDA A ALGUIEN).

En tercero llegaron los mil doscientos trabajos, hubo alguna que otra que no sabía si estaba en tercero de carrera o haciendo ya la tesis doctoral. También tomamos nuestra primera decisión enfocada a nuestro futuro trabajo, las ansiadas prácticas, de las cuales exprimimos cada minuto en ellas, observando y participando, cocinando lentamente nuestras habilidades laborales, que más tarde pudimos demostrar en las de cuarto curso. En las prácticas hemos podido conocer nuestras fortalezas y debilidades, aquello que nos gusta más de la intervención en trabajo social y aquello que nos gustaría desempeñar en un futuro de otra manera. Importante resaltar los maravillosísimos y MUY BREVES seminarios en los que tan solo tenías que estar encerrada en la facultad durante cuarenta y ocho horas. (aproximadamente). Que se hacían más amenas gracias al reencuentro con nuestras compañeras, ya que este año nos hemos distribuido por la mitad de la geografía española para realizar nuestras prácticas.

En definitiva, el trabajo social nos ha aportado una visión crítica de lo que nos rodea, nos ha dotado de habilidades sociales y nos ha regalado grandes valores.

Recuerdo que una vez leí que lo que las personas estudian dice mucho de ellas y que en la decisión sobre qué estudiar influyen muchos más factores de los que nosotras somos conscientes, y estoy segura que las que estamos hoy aquí, graduándonos como Trabajadoras Sociales, tenemos muy claro el por qué hemos estudiado esta carrera, y la meta como profesionales que queremos conseguir, puesto que Trabajo social no es una carrera que se estudia, sino que también hay que vivirla.

Podemos decir con orgullo que somos REBELDES SOCIALES (COMO NUESTRO PROPIO NOMBRE DE WHATSAPP INDICA).

Muchas de vosotras pensaréis que hemos salido muchísimo de fiesta (MIRAR AL PÚBLICO), pero hay que dejar claro que en Trabajo Social no se sale de fiesta, salimos a realizar trabajo de campo, a conocer los recursos. Era fundamental conocer lo que nos esperaba ahí fuera y casi obligados nos veíamos en la tesitura de salir todos los fines de semana o entre diario.

Cada una de nosotras ha dejado su propia marca, de una manera o de otra, todas nos llevamos parte de las demás, dejando huella simplemente por habernos conocido.
No había mejor lugar para conocer la personalidad de cada una, que los minutos previos a un examen, allí se mezclaban suspiros, risas descontroladas, gritos, bailes, cantos, cantos de ESPERANZA, temblores, visitas al baño inesperadas,…. el ver a todas descontroladas cual hormona de una adolescente o no tan adolescente… podría decirse que era lo mejor de los exámenes, sin olvidarnos de las cervezas de después en la cossio con esa tranquilidad que nos queda, con la auténtica Yoli y su buen pincho de tortilla, que no puede faltar.

Dejando atrás nuestras experiencias durante la carrera… HABLEMOS DE TRABAJO SOCIAL

Cuando entramos en la Universidad, algunas personas no sabían si realmente esta era la carrera apropiada para ellas. Cuando mucha gente te preguntaba ¿¿qué vas a estudiar?? y tú respondías Trabajo Social,  y te contestaban “ah, ¿pero eso se estudia?” O te decían “¡ah sí! para ser asistenta social, pa’ ayudar a los pobres y  pa’ cuidar viejos”.
A pesar de ello, nuestra futura profesión, NO consiste solo en ayudar sino que…  como bien define nuestro Código Deontológico, el Trabajo Social es la disciplina científico-profesional que “promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación de las personas para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno”, a pesar de que muchas personas piensen que solo se basa en el cariño y acompañamiento.

Estamos seguros de que muchas de las personas que están hoy aquí sentadas no saben a qué nos dedicaremos en el futuro. No tengáis miedo a conocer quiénes somos y qué hacemos os sorprenderéis.

Si faltan médicos la población se escandaliza porque entiende lo necesario que son, pero a día de hoy, faltan trabajadoras sociales, y aquí no pasa nada. (SILENCIO Y MIRADA AL PÚBLICO). Por ello, os pedimos que nos ayudéis a dar visibilidad  y conocer nuestra profesión.

Dada la situación actual que estamos viviendo, respecto a la violación de derechos humanos y fundamentales es más necesaria que nunca.

AGRADECIMIENTOS

Girad la cabeza y podréis ver las caras de luz y felicidad de cada uno de nuestros padres y madres, porque nuestros logros y objetivos conseguidos, son también los suyos.  Nadie mejor que ellos sabe el esfuerzo y sacrificio que conlleva que hoy todas nosotras estemos aquí. Por ello, en nombre de todas y cada una, HOY, me tomo el privilegio de darles las gracias. (PAUSA EMOTIVA, MIRADA AL PÚBLICO). Papá, mamá, familia. Gracias, GRACIAS en mayúsculas, por todo.

Gracias a toda esa gente, que nos han acompañado en este camino, esas personas que te daban un empujón cuando estabas estancada, las personas que siempre te han hecho ver las cosas más sencillas y han creído en ti, a todas las que en algún momento han hecho que respirásemos y siguiésemos hacia adelante.

Gracias compañeras por hacer más ameno el camino, por las risas de biblioteca cuando cundía el pánico.

Gracias profesores por fomentar la libertad de expresión, para poder decir todo aquello que pensábamos, que nos parecía injusto o no comprendíamos, y en los tiempos que corren, es algo que hay que agradecer. Porque una educación donde el alumnado es libre de expresarse la hace rica en contenido y conocimientos.

Gracias a la asistencia por parte del rectorado de la Universidad. (MIRADA AL PÚBLICO. AH NO! QUE NO HA VENIDO NI HA MANDADO A UN SUPLENTE PARA HACER ACTO DE PRESENCIA).

Por último, pero no menos importante. Muchísimas Gracias Soledad Arnáu, por estar hoy aquí acompañándonos en este día tan especial para nosotras, por haber aceptado con esa decisión, alegría y entusiasmo nuestra invitación para que fueras nuestra madrina de graduación. Queríamos que se viese la perspectiva del Trabajo Social desde fuera y queríamos que fueses tú. MUCHAS GRACIAS SOLEDAD.

DESPEDIDA

Tormenta de un huracán que avecina cambio,
Es tiempo de las ideas de reinventar el presente
Los pasos que vienen pisando fuerte

¡¡¡Nos dedicamos a lo más bello del mundo compañeros!!! Lo mejor está por llegar.
Hoy, nos despedimos de la Facultad,  los profesores, las compañeras, aunque no es un adiós, sino un hasta luego, porque pronto volvemos con nuestro querido, fabuloso y maravilloso TFG je, je, je.

¡QUÉ VIVA EL TRABAJO SOCIAL!