El Gobierno de Castilla-La Mancha ha publicado un práctico Manual para formadores de Voluntariado al que puedes acceder en el siguiente enlace:
Extraemos algún trocito de texto que nos ha gustado y da ejemplo de su claridad expositiva:
Fogonazos de “interculturalidad”
Un mono estaba en un árbol observando cómo un riachuelo se había desbordado. En un pequeño charco de agua formado por el rebosamiento, un pobre pez nadaba con dificultad y, a duras penas, lograba mantenerse vivo. El mono, afectado por sus penalidades, decidió ayudarle. Ni corto, ni perezoso, le sacó del agua para que respirara mejor. El pez murió… Para ayudar a los demás no basta con las buenas intenciones, un diagnóstico intercultural nos permitiría tomar conciencia de las necesidades del otro. Juzgar la cultura ajena desde el punto de vista propio se denomina “etnocentrismo”, en el caso que nos ocupa… “mono-centrismo”.
Ante la situación de hambruna en un país africano, una ONGD española decidió recaudar fondos y enviar leche como alimento para paliar la situación de escasez sufrida. Cada vez que el camión con el logotipo de la ONGD llegaba al lugar era apedreado por los habitantes locales para sorpresa de los benefactores. Una cultura con intolerancia a la lactosa padece entre sus miembros unas diarreas terribles al consumir productos lácteos, en especial leche. Los aborígenes lo último que querían, tras la hambruna, era tener más problemas intestinales. La competencia cultural de la ONGD era nula y la ayuda humanitaria estaba mal planificada e identificada. Con una formación adecuada en interculturalidad, se podría haber evitado este problema.
La antropóloga Luisa Abad, al visitar un hospital en Madrid, descubrió a un anciano que estaba ingresado en la unidad de psiquiatría por problemas mentales. Ante su sorpresa, comprobó que simplemente era quechua-hablante y nadie en el sistema sanitario había detectado su incapacidad de comunicación en castellano. Naturalmente, fue sacado del hospital e integrado en un centro adecuado a sus necesidades.
Con estos ejemplos, un poco al límite, quiero poner de manifiesto que podemos entrar a formar parte del cártel de las buenas intenciones con facilidad si no consideramos previamente al otro y si no reflexionamos sobre qué es esto de la cultura y su papel crucial en los proyectos de carácter social.
El modelo del iceberg
Una poderosa metáfora para comprender la cultura es entenderla como un iceberg. Un iceberg tiene una parte visible (la emergente) y una parte invisible (la sumergida). Como todos recordamos, por la película Titanic, la parte invisible es mucho mayor que la visible, y de hecho por eso se hundió el barco, porque pasó junto al bloque de hielo, dañando al casco la parte sumergida. Con la cultura sucede lo mismo. Puede concebirse con una parte visible, que es aquella que vemos nada más llegar a un nuevo país, lugar, o destino; y una parte invisible, que es aquella que no percibimos inicialmente y que requiere un tiempo de inmersión cultural para poder visualizarla.
¿Qué es lo primero que observamos al llegar a un país? Lo visible, claro: el vestido, la alimentación, los saludos, los gestos, su arte, las ceremonias, su música, el lenguaje, la gastronomía, la arquitectura, etc. Sobre todo elementos de la infraestructura y algunos pocos de la estructura. ¿Qué no vemos? El concepto de belleza, de amistad, de justicia, de higiene, de tiempo, de autonomía, de verdad, de educación, del espacio, la idea de toma de decisiones, su religión, su estructura familiar, la organización social, los símbolos, la concepción de los rituales, etc. Básicamente, elementos de la superestructura y algunos de la estructura.
Eso es lo que nos sucede en el encuentro cultural. Tendemos a valorar y juzgar al otro por lo que vemos (la punta de iceberg) y no nos damos cuenta de que, como ser completo, también posee una parte invisible, con su experiencia, sus valores, sus costumbres, su educación, su fe. Y por ello, caemos en el estereotipo que luego abordaremos. Y por ello, por ese “pre-juicio”, tendemos a hacernos una idea equivocada de personas y extenderlo a culturas completas. Si mantenemos la imagen del iceberg en la interacción con el otro, habremos dado el primer paso para conseguir el diálogo intercultural. Si nos quedamos en la superficie, nuestra relación está condenada a la superficialidad en el caso más optimista.
El Manual para Formadores en Voluntariado pretende servir de guía de consulta a responsables de formación y formadores de voluntariado y orientar las acciones formativas de las entidades de voluntariado.
El manual se dirige a personas que van a formar a nuevos voluntarios con el fin de que estén bien formados y sepan trasladar bien la metodología a la hora de trabajar en cada uno de los campos del voluntariado.
El Manual para Formadores en Voluntariado se estructura en cuatro partes:
1. - Recoge el marco teórico con aspectos esenciales para la reflexión y el desarrollo de la formación en el campo del voluntariado, como el concepto de voluntariado, el marco pedagógico de la educación no formal, la formación y el formador, el trabajo en equipo y en red, las habilidades sociales, el aprendizaje intercultural y las claves metodológicas.
2. - Incluye técnicas, con recursos y herramientas para poner en marcha en la práctica el marco teórico previo, como un curso de introducción a la cooperación al desarrollo o un curso de animación para monitores juveniles.
3. - Contiene propuestas formativas, detallando el proceso para la puesta en marcha de una sesión informativa de voluntariado o un curso de formación para voluntarios europeos.
4. - Incluye un apéndice con la Ley Nacional de Voluntariado y la Ley de Voluntariado de Castilla-La Mancha.
El Manual para Formadores en Voluntariado recoge las experiencias formativas de los seis últimos años en la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha en materia de voluntariado.
Es el resultado del curso anual de Formador de Formadores en Voluntariado que organizan el Instituto de la Juventud de Castilla-La Mancha y la Agencia Nacional del programa europeo 'Juventud en Acción', en colaboración con la Fundación Castellano-Manchega de Cooperación.
3 comentarios:
Estimados amigos:
Desafortunadamente, la web desde la que colgaba la publicación, del "Manual par formadores de Voluntariado" (así como ha sucedido con otras publicaciones de la Fundación Castellano-Manchega de Cooperación que está a punto de desaparecer) ha dejado de estar operativas. Sin embargo como coordinador, autor o responsable de estas publicaciones (según el caso), os informo de que las he puesto con acceso libre para que podáis modificar el vínculo. Estarán disponibles para toda aquella persona interesada en descargársela en mi propia web, en la que continuarán durante tiempo indefinido.
Aprovecho la ocasión para madaros un cordial saludo e invitaros a utilizar cualquiera de los recursos que existen actualmente, y los que periódicamente iré actualizando en mi web.
Un saludo,
Pedro Pablo Salvador Hernández
Por cierto, mi web:
http://www.pedrosalvador.es/solidaridad/
Pedro, porfavor, te pido solidariamente que me puedas enviar dicho manual, no lo encuentro en ningún link de las web que lo ofrecen.....
mi correo es barrientos.writter@gmail.com
por cierto en tu pagina tampoco la encuentro
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