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Cáritas atendió el año pasado en Cuenca a 1.336 familias, y en el primer trimestre se sumaron 117
Publicado en El Día de Cuenca, del 9 de abril de 2010
Más de 65.000 personas viven en la provincia de Cuenca por debajo del umbral de la pobreza. Cáritas Diocesana de Cuenca alertaba ayer de la dramática situación que viven miles de personas en la provincia, especialmente desde que comenzó la crisis económica.
“Es impresionante la mala calidad de vida de la gente” cuenta Marcos en relación a las personas atendidas directamente por Cáritas. “Cuando vamos a visitarles a las casas, nos damos cuenta de que viven en sitios en los que no estarían ni los animales. La situación de déficit alimenticio, sanitario y personal es enorme. Además estas personas se excluyen ellas mismas por miedo a sentirse rechazadas por los demás” recalca.
La situación es tan precaria que en la capital se han vivido ya los cuatro primeros deshaucios y Cáritas ha acogido a alguna familia que se ha quedado sin sitio donde ir: “El año pasado ya alargamos algunas situaciones ayudando a las familias a pagar los meses que debían, pero no tenemos fondos para todos”.
Recursos escasos
Cáritas Diocesana se nutre de los fondos de aquellas personas que deciden colaborar con la organización, así como de la ayuda de las administraciones, que en el caso de Cuenca sólo llega en forma de 16.000 euros entregados por Diputación. “Y llegan tarde —lamenta Silvestre— de modo que, aunque estamos agradecidos, desde el mes de enero llevamos costeando de nuestros fondos todos los servicios que damos”.
Desde la organización lamentan que no haya más instituciones que ayuden a estos colectivos, aunque por otro lado cuentan que “sí estamos muy coordinados con los servicios sociales en general, para derivarles los casos que podemos”. Insisten en que es necesario un nuevo modelo social que respete la dignidad de la persona para salir de la crisis y mejorar una situación que está en el límite y tiene a la gente contra las cuerdas.
El 10% de la población de la capital conquense vive ya gracias a la ayuda prestada por Cáritas Diocesana. Los principales destinatarios de esta ayuda son familias inmigrantes que llevan ya mucho tiempo viviendo en la ciudad y que han trabajado siempre y, sobre todo, familias conquenses de toda la vida que se han quedado en el paro y no pueden hacer frente a los gastos del hogar.
El director de Cáritas Diocesana de Cuenca, Silveste Valero, acompañado por el responsable del programa de Acción Social de Base, Marcos, y la titular del programa de Atención a Inmigrantes, Asunción, ofreció ayer una rueda de prensa en la que, además de presentar un documento elaborado a nivel regional para “la construcción de un nuevo modelo social”, ofreció datos de la situación de los conquenses en esta crisis económica que tanto se está prolongando.
Personas atendidas
“En Cáritas Regional de C-LM se han atendido un 50% más de personas en 2009 que en 2008. Hemos tenido más de 18.000 acogidas directas y 100.500 solicitudes atendidas de diferentes demandas” explica Valero, quien detalla además que en Cuenca, las respuestas en acogida y asistencia de 2008 fueron 1.335, mientras que el año pasado subieron hasta las 3.626, casi el doble.
“El número de familias atendidas ha sido de 1.336, de ellas 650 en las Cáritas parroquiales y 686 en Cáritas Diocesana” precisa. En el primer trimestre, se han añadido 117 más. Esto supone que más de 5.000 personas —o lo que es lo mismo, uno de cada diez conquenses— están ya viviendo de la caridad en la ciudad, y todo apunta a que irá en aumento. “En septiembre de 2009 se disparó el número de familias atendidas y ahora ha disminuido un poco gracias a la prórroga en los subsidios de desempleo” detalla Marcos.
Sin embargo, el hecho de que la duración sea de sólo seis meses hace temer a los responsables de Cáritas que se produzca una nueva avalancha de demandas con el final del verano. “En septiembre esto puede ser un caos —apostilla Marcos— Pero además afectará al Ayuntamiento porque hay mucha gente que está viviendo al límite y que no va a poder pagar los impuestos municipales”.
Perfil de los demandantes
Por lo que respecta a los perfiles de las personas que acuden a pedir ayuda a Cáritas, hay dos bien diferenciados. Por un lado “familias de inmigrantes, de cuatro o cinco miembros, que siempre han trabajado y cotizado desde que llegaron y que ahora tendrán incluso problemas para renovar el permiso de trabajo y residencia” cuenta Asun.
Por otro, conquenses de toda la vida “a quienes les da vergüenza venir a pedir, con situaciones familiares normalizadas y que se ven en esta situación por culpa de la crisis” precisa Marcos. Estas personas, a pesar de tener arraigos familiares aquí, tampoco pueden ya echar mano de los suyos para salir adelante.
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