miércoles, 22 de julio de 2009

“Proyecto de apoyo sanitario para menores desnutridos en Nikki, Benin”. Una reflexión.

Antes creía que la pobreza podía ser sólo económica, es decir, falta de bienes materiales; ahora sé que también significa la denegación de oportunidades y opciones más básicas para el desarrollo.

Antes sabía que había pobres; ahora sé que existen más de 1.200 millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza (menos de 1€/día).

Antes sabía que existían países desarrollados y subdesarrollados; ahora sé que el desarrollo es un concepto muy extenso y que no siempre está relacionado con que un país tenga mejores infraestructuras o más inversiones. El desarrollo, ahora, significa un mejor tejido asociativo y cooperativo, basado en valores de convivencia e igualdad.

Antes sabía que empresas como Coca-Cola o Nestlé, abarcaban tanto poder que era difícil imaginarlo; ahora sé que, entre muchas otras, son grandes multinacionales que basan sus beneficios en la explotación, el trabajo infantil, la cooperación con dictaduras militares, la financiación de guerras, la destrucción del medioambiente y el maltrato de animales.

Antes sabía del FMI, la OMC o el Banco Mundial por las noticias; ahora sé que se tratan de Organismos Internacionales que fueron creados en un pueblecito estadounidense llamado Bretoon Woods tras la Segunda Guerra Mundial por los países más poderosos del Mundo. Expresan en numerosas ocasiones que por lo único por lo que luchan es por la libertad, pero en verdad es la económica la única que les interesa (libertad de movimiento de mercancías entre fronteras) que es la causante de que los países del Sur sean incapaces de competir a nivel comercial con los del Norte. Así también, se encargan de financiar proyectos que han provocado daño ambiental masivo.

Antes creía que la Cooperación Internacional se basaba en mandar dinero por parte de los países del Norte a los del Sur; ahora sé que se trata de una cooperación conjunta, como su nombre indica, que implica directamente a la población beneficiaria de la acción en todos los sentidos, ya que sin su participación no sería posible. La contraparte de cualquier proyecto de cooperación es imprescindible para el buen funcionamiento del mismo, a parte de ser la vía de conocimiento más fiable de la realidad del lugar.

Antes no sabía ni siquiera qué era la Educación para el Desarrollo; ahora sé que es una parte fundamental de la Cooperación y que se basa en la educación y que abarca campañas de sensibilización, bien a toda la población o bien a sectores específicos, Proyectos de EpD y talleres formativos e informativos sobre cualquier tema social que promueva la solidaridad y la justicia. En definitiva, cualquier actividad o intervención cuya finalidad sea promover la solidaridad y la justicia.
Antes sabía de la existencia de las ONG y a groso modo, su labor; ahora sé que hay muchos tipos y que las que se encargan de temas de Cooperación Internacional para el Desarrollo llevan además un D al final. Que algunas no tienen la transparencia necesaria o que otras más que Organizaciones sin Ánimo de Lucro, parecen empresas. Que los voluntarios son claves en muchas ocasiones, pero que también es preciso crear empleo.

Antes sabía que había formas alternativas de consumir. Ahora sé que el Comercio Justo va ganando adeptos año a año y que todos los ciudadanos del mundo como consumidores tenemos un gran poder de cambiar las reglas del comercio como lo conocemos ahora. Que lo único que tenemos que hacer es creérnoslo un poco más y ser conscientes de ello. Y qué el mundo sí que puede cambiar, porque decir que una persona sola no puede hacer nada y quedarse de brazos cruzados es una manera muy simplista de ver las cosas, y sin duda la más fácil, ya que no implica acción ninguna que no sea la lástima.

Antes tenía un posicionamiento sobre la Iglesia no muy positivo; ahora sé que existe una iglesia (con minúsculas) muy lejos de altos mandatarios obispales y que se encuentra en el tejido social de toda la población, o bueno al menos en Cuenca, que es el que yo he conocido. Que no hay que generalizar y sobre opinar sin conocimiento.

Desde el año 2003, Cáritas Diocesana de Cuenca y las Terciarias Capuchinas vienen colaborando en la comunidad de Nikki (Benin) desarrollando proyectos de Cooperación al Desarrollo en programas de emergencia, de salud, alfabetización y nutrición. Dentro de este trabajo de intervención nos encontramos con el “Proyecto de apoyo sanitario para menores desnutridos en Nikki, Benin”. La alumna Ana Mª Peces Guerrero ha participado en él y comparte con nosotros aquello que ha aprendido durate su experiencia así como sus reflexiones.


La comunidad de Nikki, en el Nordeste de Benin, se encuentra en la franja del Sahel afectada por una grave crisis alimentaria y sanitaria. De los 70.000 habitantes de la región, el 75% vive en la pobreza. Su población subsiste por medio de una agricultura de autoabastecimiento, mientras que la riqueza del país (mármol, oro, piedra caliza, petróleo) es explotada por capital extranjero. La desigual distribución de los recursos en Benin ha provocado que las pocas infraestructuras del país se concentren en el Sur, beneficiado por el comercio marítimo, a lo que se une una gran inestabilidad política.
La zona sufre una fuerte sequía y un grave proceso de desertización provocado por la tala y quema indiscriminada de árboles -con el objeto de utilizar la tierra para la explotación de algodón,- y por el cambio climático (ya no cuenta con dos estaciones lluviosas, sino con una sola de escasas precipitaciones). Las mujeres deben desplazarse varios kilómetros diarios para tener acceso al agua y el peso del cuidado de los hijos recae sobre ellas.
La comunidad cuenta con un solo hospital y recursos insuficientes para atender a la población. No está provisto de atención especializada materno-infantil (muy demanda por problemas de nutrición). Para atender estas demandas de forma gratuita, las Terciarias Capuchinas pusieron en marcha en el año 2000 un Centro de Salud Materno-Infantil. El “Proyecto de apoyo sanitario para menores desnutridos en Niki, Benin”, con el objetivo de posibilitar la atención de los problemas de desnutrición de los neonatos equipando al centro de 4 incubadoras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY BUENOOOO ADELANTE DIFUNDIR EDUCAR SOBRE ESTOS TEMAS NO CALLAR MANDE UN TROZO DE TU TEXTO A UN SERVICIO AL CONSUMIDOR DE NESTLE Y A NESTLE .COM.ETC. GRACIASSSS