domingo, 7 de noviembre de 2010

"El Servicio de Ayuda a Domicilio en la encrucijada" de Gustavo García (Ed.)


"Abogamos por un único servicio integral de Ayuda a Domicilio que sea compatible con el resto de prestaciones y servicios de la Ley de Dependencia. Hay que vincular, de manera imperativa, los cuidados no profesionales a servicios profesionalizados de Ayuda a Domicilio o Centro de Día".

Con esta declaración de intenciones se presenta el libro titulado "El Servicio de Ayuda a Domicilio en la encrucijada" de Gustavo A. García Herrero (redactor), editado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales con la colaboración del Consejo General de Colegios de Diplomados en Trabajo Social.

El volumen es gratuíto y no requiere de autorización expresa para su difusión siempre que se indique su autoría.Si quieres una copia en PDF a vuleta de correo electrónico, solo tienes que solicitarlo en el correo de la Asociación Estatal de Directores de Gerentes de Servicios Sociales (directoressociales@hotmail.com) o en Aurelio.Lascorz@uclm.es

Reproducimos la Introducción del libro:

El Servicio de Ayuda a Domicilio es uno de los servicios sociales más emblemáticos desde que comienzan a desarrollarse estos servicios a comienzo de los años 80 en nuestro país. Posteriormente fue conceptualizado como una de las Prestaciones Básicas de Servicios Sociales en el Plan Concertado, e incluido en el acuerdo de financiación de mínimos que este Plan contemplaba, entre la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales. A pesar de ello, y de lo extendido que se encuentra en todo el territorio, ya que prácticamente todos los municipios cuentan con este servicio, no ha llegado a alcanzar los niveles de cobertura que existen en otros países europeos.

Por eso, la aprobación de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, parecía que iba a suponer el definitivo impulso a este servicio, que es uno de los incluidos en su catálogo, al configurarlo como un derecho subjetivo de ciudadanía, algo de lo que hasta este momento adolecía.

Sin embargo, después de tres años de implantación del Sistema de Atención a la Dependencia que nace para desarrollar esta Ley, el Servicio de Ayuda a Domicilio, lejos de consolidarse y extenderse, tanto en su cobertura como en sus contenidos, está sufriendo una profunda crisis que afecta no sólo a cuestiones operativas sino al concepto mismo del servicio.

La baja prescripción de este servicio, casi nula en varias Comunidades Autónomas ¡después de más de tres años de implantación del Sistema de Atención a la Dependencia!, o los variados intentos por poner en marcha nuevas modalidades de prestación y organización del servicio, son buenos indicadores de esta crisis.Pero la crisis constituye también la oportunidad para llevar a cabo una profunda reflexión y un replanteamiento del servicio de ayuda a domicilio, del que este servicio puede (y debe) salir reforzado. Las referencias para esta transformación han de ser: las nuevas condiciones y necesidades sociales, muy distintas a aquellas que existían en los años 80, cuando se inició en España la implantación del servicio de ayuda a domicilio.

El nuevo contexto institucional, definido por la consideración del servicio de ayuda a domicilio como una prestación para hacer efectivo el derecho subjetivo de ciudadanía, tras su inclusión en el catálogo de la Ley de la
Dependencia. Dos referencias y un principio que debe guiar toda reflexión sobre este servicio: Con estas referencias y con esta declaración de principios, desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales iniciamos un proceso de reflexión que tuvo su puesta en común en las Jornadas celebradas en Zaragoza en febrero de 2009. Como es práctica en esta Asociación, tales Jornadas estuvieron precedidas de un proceso de reflexión y elaboración desde diversos enfoques o aspectos del servicio de ayuda a domicilio. Y tras su celebración, la reflexión continuó a partir de los debates y documentos aportados en ellas, orientadas ya a la elaboración de este documento.

Unos debates que se abrieron a otras entidades y organizaciones, como Colegios Profesionales y organizaciones empresariales, que han aportado perspectivas de especial interés para la elaboración final del documento.

Se incorporan también, en forma de Anexos, una serie de documentos sobre los aspectos más importantes para la organización y gestión del SAD,como el empleo, la calidad, los derechos de los usuarios, los costes y la acreditación, elaborados por organizaciones y empresas de especial relevancia en cada uno de estos aspectos.
Su publicación y distribución pretenden aportar estas reflexiones y documentos para que sean útiles a quienes desde sus responsabilidades profesionales o institucionales pueden adoptar las decisiones que de manera efectiva realicen, con racionalidad, los inevitables cambios que el servicio de ayuda a domicilio requiere en la encrucijada actual.

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales agradece a todas las personas, organizaciones y empresas que han participado con sus reflexiones o con sus aportaciones en este documento. A lo largo del proceso hemos ido descubriendo la utilidad de compartir perspectivas diferentes, de abrir un debate franco sobre diferentes enfoques, experiencias y, porqué no, intereses. Siempre que por encima de ellos esté presente el
interés de las personas destinatarias del SAD, y con el objetivo de mejorar la organización, los contenidos, la calidad y la eficiencia del Servicio.

Datos de cobertura del Servicio de Ayuda a Domicilio (año 2008):
• 432.000 personas reciben el SAD
• Un 5,6 % de las personas mayores de 65 años reciben este servicio
• Tiene una facturación anual de 1.088 millones de €. El crecimiento respecto al año anterior fue del 15,7 %. Entre 2008 y 2011 se prevén crecimientos del 13,3, 14,7 y 13,5 % respectivamente.
Fuente. DBK, S.A.

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