Cuenca a 22 de
marzo de 2013. Facultad de Trabajo Social
Unas 80
personas, entre estudiantes y profesores, divididos en pequeños grupos y con un
plano-guía lleno de cuestiones sobre las que indagar, han visitado los rincones
del barrio de San Antón, entrevistando a sus vecinos y vecinas, hablando sobre
temas de actualidad -como la marcha de las obras, la gestión del Proyecto
Urbana, la crisis…- sobre la historia, sus gentes, servicios,…
La III
edición del Aula Abierta del barrio de San Antón, es una iniciativa promovida
por la Facultad de Trabajo Social y Zambra, que pretende aproximar a sus
participantes a la dimensión comunitaria del Trabajo Social. En esta disciplina
académica, los laboratorios de prácticas no están conformados por probetas u
otros utensilios asépticos, sino que
es la calle, los barrios y los pueblos donde confluyen las vidas de las gentes
que habitan esos lugares.
San Antón es
un barrio tildado de marginal e inseguro. Pero también es un espacio urbano a mitad
entre lo nuevo y lo antiguo, lleno de vida y de realidades que cuentan las
historias de lo que ha sido, es y puede llegar a ser. Esto es lo que mueve a
las personas que han impulsado esta tentativa de acción comunitaria.
Tras hora y
media de inmersión en la vida del barrio, los grupos han ido llegando al punto
de encuentro -la llamada Zona 0-. Las
informaciones recogidas por los grupos de estudiantes se han enriquecido con
una puesta en común, donde se han aportado nuevos datos y vivencias. El
compartir las distintas percepciones ha permitido comprobar la riqueza de
matices, la diversidad de opiniones, la multiplicidad de gentes que pueblan
este espacio social. San Antón habla a quién quiera escucharlo con una voz
coral, que se resiste al etiquetado, a la estigmatización, a las
simplificaciones y a las visiones sesgadas.
Las
principales conclusiones extraídas es que, por encima de proyectos urbanos
gestionados desde el despotismo ilustrado -todo
para el pueblo, pero sin el pueblo-, los vecinos y vecinas son capaces de
influir activamente en las condiciones de vida de su entorno. Y que cómo dicen
las y los históricos del Trabajo Social, para hacer intervención social no se
precisa nada más que de ganas, unas buenas zapatillas, un cuaderno y un bolígrafo.
Esta actividad
ha servido de colofón a una semana llena de acontecimientos, desde la
participación de los estudiantes en las clases impartidas en la calle, hasta la
conmemoración del Día Mundial del Trabajo Social a través de un acto de
denuncia sobre las cuantías de las Rentas Mínimas en Castilla La Mancha.
Cabe dar las
gracias a todos los estudiantes de Trabajo Social que han participado en la
actividad, por su interés, viveza y respeto por el entorno y sus habitantes.
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