Trabajadoras y Trabajadores Sociales señalan cuáles son algunos de los problemas más acuciantes en la provincia de Cuenca
La ejecución del Programa de Prácticas durante el presente curso ha supuesto la colaboración de 89 profesionales que han acogido a 86 estudiantes de tercer y cuarto cursos de la titulación, distribuidos en 67 organizaciones ubicadas en Cuenca, Albacete, Ciudad Real, Toledo, Madrid, Valencia y Alicante. Los estudiantes de Trabajo Social realizan 325 horas de Prácticas en entidades en tercer y cuarto cursos.
Treinta
profesionales de Servicios Sociales, Sociosanitarios, Asociaciones y ONGs, de
la provincia de Cuenca han participado en la IV Jornada de la Enseñanza de la
Práctica en el Grado de Trabajo Social, celebrada en la Facultad de Trabajo
Social de la Universidad de Castilla-La Mancha en Cuenca, organizada por el
Equipo Docente de Prácticas de 3º y 4º cursos.
A través
de grupos de trabajo y puesta en común, la Jornada ha permitido extraer cuales
son las actividades a las que están dedicando más tiempo las/los
trabajadoras/es sociales, así como los grupos de población y problemas sociales
que están necesitando de una mayor atención y que, en ocasiones, no son
atendidos.
En
relación a los grupos de población y problemas sobre los que es necesario
mejorar en la provincia de Cuenca, sin tiempo para ser exhaustivos, las/os
profesionales destacaron la falta de avances en la lucha contra el absentismo
escolar y los problemas que ocasiona a algunas familias, la escasez de recursos
públicos para los adolescentes entre 13 y 17 años –más allá de los destinados a
la educación formal-, a lo que se suman las dificultades de los jóvenes
emancipados no solo para encontrar empleo, sino para acceder a una oferta de
formación ocupacional.
Resulta
preocupante la invisibilización de personas mayores que están recibiendo una
atención negligente en sus entornos domésticos, es decir, son atendidos, pero
con una calidad mínima o deficiente. También es muy necesario que se acorte el
tiempo que lleva la gestión de prestaciones para la atención a las personas en
situación de dependencia. Desde que se solicita el reconocimiento hasta que se
activa una prestación específica puede tardar incluso un año y medio. Además,
la insuficiencia de recursos está obligando a que sean los beneficiarios los
que se adapten a los recursos, cuando debería ser al revés. Por ejemplo, no
resulta adecuado resolver que una persona que está recibiendo cuidados
paliativos sea valorada con Grado I de Dependencia (personas que necesitan
ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una
vez).
En resumen
y parafraseando a una de las profesionales participantes: “Nadie cuestiona que el próximo año tiene que haber colegios públicos
con plazas para los niños de cada edad; sin embargo aún no sabemos si van a
continuar los programas de prevención de riesgo de menores, o de atención a
mayores que viven solos sin familia, o de jóvenes que se quedan descolgados de
sus redes de apoyo, sin formación, sin apoyo, sin opciones laborales dignas...”
La jornada
terminó agradeciendo a los profesionales la colaboración que han prestado en la
formación práctica de los/las estudiantes de la Facultad de Trabajo Social de
Cuenca, durante los dos semestres del curso académico 2016-2017.