miércoles, 28 de enero de 2015

"Housing First" (la vivienda primero), el programa para dotar de hogar -sin condiciones- a las personas sin techo en marcha en España

Esta iniciativa nacida en Estados Unidos hace 20 años en la organización "Pathsways to Housing" pretende que las personas sin techo puedan tener un hogar propio sin condición alguna.

El programa ya se ha llevado a cabo con éxito en Estados Unidos, Amsterdam, Lisboa o Italia entre otros,  pretende erradicar la marginación nacida de vivir en la calle, y dotar a las personas en esta situación de la capacidad de “reinsertarse” en la sociedad.

"Housing First" ha llegado a algunas ciudades españolas como son Madrid, Málaga y Barcelona, donde está teniendo buenos resultados. En total, según el diario El País del pasado 16 de enero, 28 personas participan en el programa piloto de la Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral (RAIS Fundación): una casa a cambio de dejar entrar a un mediador una vez a la semana y respetar la convivencia vecinal.

En el caso de Barcelona, son 60 los pisos que se han puesto a la disposición de las personas en esta situación desde el mes de octubre pasado. La Fundación Arrels, de referencia en relación a personas sin hogar en Barcelona, defiende este modelo "por su eficacia en lograr cambios progresivos en la vida de las personas atendidas y también por la reducción de costes que supone", según recogía el diario La Vanguardia el pasado 20 de agosto. 



La Fundación Arrels, a través de su página web (www.arrelsfundacio.org) nos relata su apuesta por este nuevo modelo de garantizar el acceso a la vivienda a personas sin hogar. En los años 90 cuando Arrels conocía a una persona sin hogar se planteaba como objetivo que durmiera en una pensión. Después de un tiempo se comprobó que esta modalidad de alojamiento era más cara que tener pisos y que las personas sin hogar preferían dormir en un piso que en una pensión. En la actualidad, el modelo español de procurar el acceso a la vivienda  a personas sin hogar, está formado por una serie de pasos que la persona debe ir superando progresivamente: de la calle pasa a un albergue -centro de baja exigencia en C-LM-, del centro de baja exigencia a un alojamiento temporal y, como un último "escalón", pasa a la vivienda permanente, siempre y cuando se haya accedido a participar en el correspondiente "itinerario de inserción". En este largo proceso, la persona, en cualquier momento, puede volver a la calle. 

La Fundación Arrels, apostó por el modelo "Housing First" hace ahora ya un año, seducida por la idea de este programa: para que una persona sin hogar mejore, primero hay que ofrecer una vivienda digna donde vivir, el resto vendrá después. 

¿Qué implica el Housing First?
  • Es una manera de hacer por la cual la persona sin hogar pasa directamente de estar en la calle a una vivienda individual, permanente, digna y adecuada a sus necesidades.
  • Dar apoyo a la persona que lo necesita (en cuestiones médicas, domésticas, etc) a través de un equipo horizontal formado por voluntarios, trabajadores y educadores sociales, personal sanitario… y sobre todo personas que también han vivido en la calle.
  • Se dirige a todas las personas que viven en la calle y especialmente a aquellas en situación cronificada y que sufren una enfermedad mental y/o adicciones.
  • Implica tres condiciones para la persona: aportar el 30% de sus ingresos en concepto de alquiler, mantener buenas relaciones con los vecinos y aceptar que una vez a la semana la visite cualquier persona del equipo de apoyo.
Los ocho principios del Housing First:

  • La vivienda es un derecho humano
  • Respeto por todas las personas
  • Compromiso de trabajar con la persona hasta que lo necesite
  • Vivienda individual e independiente
  • Separación de vivienda y tratamiento
  • Derecho a decidir de la persona
  • Orientado hacia la recuperación de la persona
  • Reducción de daños (para minimizar las consecuencias de la vida en la calle)
¿Qué no es el Housing First?
  • No significa centrarse sólo en la vivienda, es una manera de hacer integral.
  • No significa vivir en pisos compartidos (si no es decisión de la persona) ni tener que cambiar de vivienda a menudo por cuestiones logísticas.
  • En el caso de personas con adicciones, no implica dejar de beber o consumir. Primero el techo, luego se trabajarán estas cuestiones.
El hecho de que las personas tengan una vivienda propia puede traducirse en una mejora en su estado de salud, ya que enferman menos e incluso ha llegado a reducir en gran cantidad algunas adicciones como las drogas o el alcohol. Esta alternativa a los albergues es mejor aceptada ya que mantienen una completa autonomía y autoorganización de su vida, pueden comer cuando deseen, ducharse cuando les apetezca, y servirse de sus prestaciones en muchos casos no contributivas para vivir a excepción del 30% de sus ingresos que se destinará al pago del alquiler.

El proyecto está financiado en España por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad mediante la subvención del IRPF. La Obra Social La Caixa se ha hecho cargo del estudio de evaluación del proyecto y los ayuntamientos ponen a su disposición viviendas, posibilitando así el abaratamiento del alquiler.

En el siguiente enlace podemos ver la noticia de la mano de "eldiario.es", os recomendamos la lectura del artículo ya que nos enseña la experiencia de José y Esperanza, dos personas que participan en el programa "La vivienda primero" que aceptaron la propuesta con una única condición, poder vivir juntos. Aquí


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