Con las calles del barrio de San Antón de Cuenca levantadas por las obras y después de una orgía de gasto de dinero público durante el pasado fin de semana (casi 6.000 euros la hora), que se puede resumir en actividades infantiles, paella sin gambas y luces en la fachada de la iglesia, el Aula Abierta de la Escuela de Trabajo Social en San Antón se ha vuelto a poner en marcha para tomar in situ el pulso a los vecinos.
Unas 70 personas, entre estudiantes, profesores y miembros de la Asociación Zambra, divididos en pequeños grupos y un plano-guía lleno de cuestiones sobre las que indagar, hemos visitado los rincones del barrio, entrevistando a sus vecinos, preguntándo por cuestiones de actualidad -como la marcha de las obras o la gestión del Proyecto Urbana (inversión de 9 millones de euros en San Antón-, sobre la historia y sus costumbres.
Tras hora y media de prospección, los grupos han ido llegando al punto de encuentro - La llamada Zona 0-. La puesta en común ha permitido comprobar la riqueza de matices, la diversidad de opiniones, la multiplicidad de gentes que pueblan el barrio.
San Antón habla a quién quiera escucharlo con una voz coral, que se resiste al etiquetado, a la estigmatización, a las simplificaciones...
Rosa, vecina y participante activa de los movimientos del barrio, ha escuchado la información recogida por los estudiantes y la ha ampliado con nuevos datos y vivencias. Ella demuestra que, por encima de proyectos urbanos gestionados desde el despotismo ilustrado -todo para el pueblo, pero sin el pueblo-, los vecinos son capaces de influir activamente en las condiciones de vida de su entorno.Cabe dar las gracias a todos los estudiantes de Trabajo Social que han participado en la actividad, por su interés, viveza y respeto por el entorno y sus habitantes; así como por aguantar estoicamente el frío que hemos comenzado a pasar desde que ha dejado de darnos el sol.
1 comentario:
Felicidades por esta iniciativa que ayuda a ver la realidad desde el contacto directo con ella
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